Los alumnos del campus de Fuenlabrada de la URJC no tuvieron por menos que extrañarse cuando se encontraron, a primera hora de la mañana, con los miembros de seguridad bloqueándoles la entrada al recinto.
“Sin el carnet de la universidad no se puede pasar” se repetía una y otra vez entre una marea de confusos estudiantes que pedían explicaciones y que, además, se encontraron con que iban a ser registrados sus bolsos y sus mochilas.
Pero no fueron sólo estos alumnos los que se vieron afectados, los que llegaban en coche debían pasar también por un control en el que se inspeccionaban sus maleteros, lo cual provocó un bloqueo en la rotonda de la carretera del campus y del hospital de Fuenlabrada.
La causa fue, ni más ni menos, que una fiesta de la cerveza convocada para esa misma tarde. Ya en la anterior convocatoria de botellón hubo un intento de registros con la finalidad de que no se introdujese alcohol dentro del recinto, pero en esta ocasión la universidad ha decidido tomar medidas desde antes incluso de que comenzase la fiesta.
Muchos señalan que no es la primera vez que esto sucede en la URJC: en 2006 recurrieron a las mismas armas excusándose en un aviso de bomba, aunque ese día hubiese programado, casualmente, un macrobotellón.
Sin embargo, la universidad no fue consciente de que, tanto los nuevos alumnos de primer curso como aquellos dentro de los programas de ERASMUS y Séneca, aún no han adquirido el carnet de estudiante, por lo que les resultaba imposible llegar a clase.
Aunque los controles no cesaron a lo largo del día, los miembros de seguridad realizaron ciertas excepciones en su política, sobre todo cuando muchos profesores tuvieron que desplazarse hasta la entrada en busca de aquellos alumnos que no conseguían entrar.
La indignación de los alumnos de la URJC no se hizo esperar y llego rápidamente a través de las redes sociales como Twitter, en la que crearon su propio hagstag #urjc para mostrar su desacuerdo con las medidas tomadas por la universidad.

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